jueves, 22 de junio de 2017

Nuestra primera promoción de "mayores" en el Instituto.

Celebramos la clausura del primer curso de nuestro Aula Intergeneracional.


       El pasado 20 de junio fue uno de los días más emotivos y bonitos de todo el curso escolar, celebrábamos la finalización de nuestra primera promoción de alumnos "mayores" de nuestro instituto. A lo largo de todo el año, nuestras alumnas senior -las que asisten son todas mujeres- han acudido al centro diligentemente durante dos días a la semana, en el horario lectivo, juntoa los demás alumnos de los distintos niveles educativos que aquí se imparten (ESO, Bachillerato, Formación Profesional y F.P. Básica). Han compartido pasillos y aulas con ellos, en una experiencia novedosa y pionera, el Aula Intergeneracional. Unnuevo programa que tanteamos el curso pasado con dos talleres -Informática y Cocina- que desarrollamos con ellas y nuestros alumnos de Bachillerato y F.P. de Cocina y Gastronomía, a modo de experiencia piloto. Fue el primer paso para iniciar con nuestras chicas una propuesta más ambiciosa, el disponer de un aula que sirviera de escenario permanente para llevar a cabo actividades intergeneracionales.

       Esta iniciativa contó, desde el principio, con el apoyo del Ayuntamiento de Jarandilla, que ha conseguido mantener la actividad del aula de alfabetización y a su profesora, Leticia, y permitir que se traslade una parte de su actividad al instituto, además de habilitar el transporte para que puedan acudir sin problemas, sobre todo las que tienen alguna dificultad de movilidad y desplazamiento. Tanto Fermín, el alcalde, como María, la concejala de educación y cultura, estuvieron presentes en este entrañable acto.

       Aunque no resulta fácil al profesorado el introducir nuevas líneas y estrategias de acción en su actividad docente y sustraerse de sus inercias y rutinas, hemos podido contar con profesores entusiastas que han querido participar en este programa. Gracias a ellos, nuestros alumnos jóvenes y adolescentes han podido contar con un espacio de relaciones que genera un plus de motivación, además de distintas herramientas y facetas quea afectan a las distintas competencias clave. El estar aprendiendo junto a personas mayores supone para ellos un estímulo de enormes potencialidades, poniendo en acción distintos procesos esenciales para su aprendizaje y desarrollo personal, especialmente importantes los relacionados con el ámbito emocional.

       Para nuestras alumnas "mayores" ha supuesto una experiencia de altísimo valor e importancia en todos los procesos y estrategias relacionadas con el envejecimiento activo. Supone un modo de aprender tremendamente estimulante, que les abre a las realidades y situaciones propias de los chicos de hoy, con los que, de forma habitual, no tienen contacto. Implica, además, el desarrollar nuevas acciones con una metodología diferente a la que estaban acostumbradas, que les resulta más interesante, funcional y divertida. Después de vencer los miedos iniciales, entendibles cuando se imaginaban cómo podría ser su situación y la convivencia en un centro con más de cuatrocientos chicos y chicas, han comprobado con enorme satisfacción la riqueza que les aporta el encontrarse rodeadas -en sentido literal- de jóvenes. Están convencidas ahora de que es el instituto el mejor lugar en el que pueden aprender, disponiendo de los mejores recursos con los que se puede contar, que no son otros que los propios alumnos. Y están dándose cuenta también que ellas mismas constituyen también verdaderos recursos y que su experiencia, su actividad, su modo y forma de ser, su realidad presente y su vida pasada son de un gran valor para el aprendizaje de los alumnos jóvenes.

      Este ha sido el primer paso de nuestro Aula Intergeneracional. Para el próximo curso pretendemos incrementar el número de días, de horas y de alumnas senior, para ampliar las actividades intergeneracionales que se puedan desarrollar y permitir que puedan beneficiarse más alumnos de este programa y de las experiencias que conlleva. Este programa, como los demás, tiene como objetivo el ir venciendo esa tendencia que cierra los espacios públicos a la comunidad, que provoca una segregación por edad difícil de vencer y que genera una separación etaria que provoca distancias, prejuicios y estereotipos negativos entre ambas generaciones. En nuestro horizonte está el transformar nuestro instituto en un verdadero centro intergeneracional, en el que jóvenes y mayores compartan de manera habitual este mismo espacio educativo. Ese horizonte ya está más cerca.

miércoles, 14 de junio de 2017

Remojones y emociones en el cierre del programa "Trigeneracional" del curso 2016/2017.

El programa que se ha llevado a cabo en este curso 2016/2017, centrado en el aprendizaje de la competencia emocional, se ha desarrollado quincenalmente en ServiMayor, con alumnos de 3º de ESO del IES Jaranda y los niños de 2-3 años del CEI La Casita.

      Después de un curso intenso, nuestro programa "Trigeneracional" llega a su fin. Cada quince días, las tres generaciones se han juntado en ServiMayor para dar forma a este proyecto que tomaba el título de "Emocionarte". Como eje central, las emociones. Se han tomado las primarias (alegría, tristeza, miedo y cólera) y las secundarias (amor, asco, vergüenza y sorpresa)  para desarrollar en las tres edades y, por supuesto, en distintos niveles, diversos aspectos de la competencia emocional.
      Cada una de ellas ha sido foco de uno o dos talleres, orientados a la elaboración de determinados productos y a la realización de actividades asociados con cada una de las emociones. Uno de los objetivos principales ha sido uno de los procesos más básicos de esta competencia, el identificarlas. Por eso fotografiamos las caras de todos expresando cada una de estas emociones. Además, las iniciativas, juegos, cuentos y canciones que realizábamos en grupo se orientaba para despertar situaciones, percepciones y hasta sensaciones asociadas a ellas. Para todos ha resultado una experiencia tremendamente gratificante y nos sentimos muy orgullosos del trabajo realizado.

      Una de las claves ha sido, sin duda, la coordinación que hemos logrado desarrollar entre los tres ámbitos implicados: las educadoras de La Casita, con Puri, la Directora, y Tania principalmente; Los terapeutas ocupacionales de ServiMayor, Chema y Natalia, además de Angélica, la directora y yo mismo, como profesor del grupo de alumnos de 3ºde ESO. La implicación, responsabilidad, comunicación y eficacia de todos y cada uno de nosotros ha sido fundamental, generando un escenario de relaciones aún novedoso en nuestros respectivos ámbitos de actuación. Y es que, desgraciadamente, apenas existentes puentes que conecten a estos espacios educativos y residenciales que nos empeñamos en alejar y segregar. Una de los logros más destacables y reconfortantes ha sido, precisamente, el haz de relaciones que hemos sabido generar entre todos nosotros.

       Y como cierre al programa de este curso, hicmos estreno de las representaciones de títeres que habían  diseñado y elaborado los propios alumnos, a partir de las mascotas que hemos recreado tomando como base las imágenes zoomórficas del cuadro Blue Sky de Kandinski, convertidos en protagonistas de sus obras. Basándose en guiones escritos por ellos mismos, los niños ayudaron a representar sus escenas, ante la complicidad entregada de los residentes.

       Los calores del verano nos dieron pie a terminar con juegos de agua, bajo la atenta mirada, a veces recelosa, por si les llegaba un chapuzón, de los mayores. Así que los globos de agua volaron sobre unos y otros, cuando no los cubos, quedando la mayor parte de nosotros empapados. Y para remate del día y celebración del cierre del programa, ServiMayor nos ofreció un estupendo ágape del que dimos cuenta, en detrimento del puré que la mayor parte de los niños dejarían de comer al regresar a La Casita. 


      Después del desarrollo de esta experiencia, que creemos ya consolidada, solo esperamos poder continuar con esta línea de acción. Hemos conseguido hacer desaparecer temores, recelos y prejuicios que tienden a cerrar y segregar los espacios públicos y evitar que niños, chicos y mayores puedan juntarse. Poner en contacto a distintas edades constituye no solo un beneficio a todos los que participan de actividades conjuntas, orientadas al logro de distintos programas o proyectos, sino una auténtica necesidad de la ciudadanía de hoy. No puede entenderse el aprendizaje integral de todos y cada uno de nosotros -y en esto de aprender no existe edad- ni nuestra formación personal y plena, y aquí se incluye el envejecimiento activo, si no disponemos de escenarios en los que compartamos tiempo y acción individuos de todas las edades. Debemos tener presente que esta sociedad no solo es para todas las edades, también debe ser entre y con todas las edades. Y en esto, además de dejarse emocionar, uno también se debe mojar.

 



 






domingo, 11 de junio de 2017

Puesta en marcha del Taller de Cocina Terapéutica.

Los alumnos del primer curso del ciclo de grado medio de Técnico en Cocina y Gastronomía ponen en funcionamiento, en este curso escolar 2016/17, el taller de cocina terapéutica.

  
        Tras la experiencia piloto del curso pasado, los alumnos del ciclo de Cocina han desarrollado a lo largo de este curso el Taller de cocina terapéutica, desde octubre de 2016, a poco de comenzar el curso, hasta este mes de junio, con una periodicidad quincenal. El lema y objetivo principal de este taller, "Despertar los sentidos", es toda una declaración de intenciones, un plan de trabajo orientado no solo a estimular los receptores sensoriales y la psicomotricidad de los residentes que participan en estas actividades, sino también a mejorar el estado de ánimo y despertar las ganas de hacer cosas y de estar activos. En este curso nos hemos propuesto nuevos horizontes, tanto en el diseño de los procesos y los movimientos que los mayores deben realizar, para mejorar y entrenar los músculos y articulaciones de hombros, brazos y manos, ayudados por el fisioterapeuta de ServiMayor, como en cuestiones de dietética y nutrición, diseñando recetas que se ajusten mejor a sus necesidades alimenticias específicas.

         El esquema de organización continúa siendo el mismo. Los alumnos trabajan en equipo y se encargan de diseñar las recetas y de adaptarlas a los procesos y características nutritivas de los mayores residentes. Son ellos los que calculan las cantidades y el tiempo que cada proceso requiere, organizando las actividades para que los participantes mantengan un ejercicio continuado. Tienen que organizar las tareas para que en el desarrollo del taller -que tiene una duración de dos horas y media- se completen  las distintas elaboraciones y cocciones y dé tiempo a degustar los platos elaborados.


           Los alumnos consiguen en sus talleres dinamizar a los residentes, la mayor parte de ellos aquejados bien con problemas de motricidad (ictus o hemiplejias, parkinson) bien con algún síntoma de deterioro cognitivo, lo que resulta todo un reto, que implica y exige grandes dosis de paciencia, de atención y acompañamiento. Para los mayores supone un especial estímulo el desarrollar los procesos e iniciativas que les proponen, recuperando en algunos casos -en otros constituye toda una novedad- actividades que hace tiempo les resultaban habituales y cotidianas. En cualquier caso son iniciativas que rompen con las rutinas habituales, que supone el despertar por un tiempo sus receptores sensoriales y disfrutar con texturas, olores y sabores que ellos mismos se encargan de preparar y elaborar.

            Se trata del segundo año en el que se pone en acción este taller, el curso pasado como experiencia piloto. Una actividad que se enmarca dentro de lo que viene a conocerse como Aprendizaje por Servicio y que pretende que los alumnos aprendan a través de la acción en su propio entorno, por medio de actividades que les pongan e contacto con la realidad en la que viven y sobre la que puedan intervenir. No solo buscamos el que conozcan el mundo del envejecimiento y el de los mayores, sus necesidades asistenciales y los servicios que precisan, sus estados emocionales, sus percepciones y situación vital. Nuestro objetivo es el que tomen conciencia de la invisibilidad con la que tendemos a cubrir el mundo de los mayores y a reactivar los vínculos y nexos que debemos ir tejiendo entre las distintas generaciones. Además, en este escenario de aprendizaje mutuo, los alumnos ponen en juego distintas competencias, tanto específicas de su ámbito profesional, como las que tienen que ver con las relaciones en el equipo de trabajo, la motivación, la comunicación o el liderazgo. Pero también se convierte en un espacio estimulante para su aprendizaje en el contexto de las relaciones sociales y, sobre todo, en el del desarrollo emocional.

           Hemos de ser conscientes de que todo aprendizaje debe contener un importante carácter funcional y contextualizado, relacionado con centros de interés social, lo que aporta un importante grado de motivación para los alumnos. Si estos aprendizajes implican además vivir situaciones de alta intensidad emocional y provocan procesos asociados al amplio mundo de las emociones, el escenario que conseguimos es mucho más propicio y favorable. Los alumnos aprenden en este escenario estrategias, procesos y competencias que, de otro modo, carecen de sentido real y de toda funcionalidad. El trabajo en equipo, cooperativo y colaborativo; el ejercicio del liderazgo; la motivación propia, de los compañeros y de los residentes; la planificación y la organización del trabajo; la toma de decisiones; la adaptabilidad, la flexibilidad y la creatividad. Contenidos, todos ellos, que cobran su sentido en la acción, en espacios reales en los que se les dota de su verdadera importancia y adquieren todo su significado con su ejercicio y su propia práctica. Estrategias que, por otra parte, son las que valora y precisa el entorno laboral de hoy y que difícilmente somos capaces de entrenar y poner en juego en las aulas.